Interpretación de los sueños, legado ancestral

El antiguo testamento está lleno de magia, y nos remonta a la descodificación de los sueños. Los hebreos en especial tenían la creencia de que los sueños eran comunicaciones divinas. El sueño clave que tuvo Jacob en la que algunos ángeles subían por una escalera que comunicaba directamente al cielo. En la cima de la escalera, Dios le prometió a Jacob la tierra en la que dormiría.

Su descendiente, José, encontraba respuestas más prodigiosas a los sueños. Fue así que en prisión interpretó los sueños de sus compañeros prisioneros. Siendo tan exactas las predicciones que hiciera José a sus compañeros, el mismo faraón solicitó los servicios de José. Ahí viene lo que conocemos como la historia de las vacas flacas. José se ganó el puesto de gobernador de Egipto.

Hoy en día podemos encontrar infinidad de libros que nos enseñan a descifrar los sueños y a la vez el futuro que nos depara. El mismo Sigmund Freud trató de vislumbrar el origen tácito de los sueños. El sueño muchos lo definen como el pensamiento del hombre mientras se está dormido, pero va más allá de un simple pensamiento, pues las ondas cerebrales se encuentran en otra frecuencia.

Cierto o falso, muchos acontecimientos han sido previstos a través de los sueños, pero al no encontrarse una respuesta lógica y palpable al asunto, todo queda en mera coincidencia.

El hombre en si acude con frecuencia para verificar su fortuna o su futuro, en los servicios de espiritismo, lectura de cartas, lectura de tarot, predicciones astrales, para acercarse un poco al enigmático mundo del más allá, de una dimensión y tiempo que aún no hemos vivido.