El abuelo trabajo muchos años en la mina. Un día me conto esta historia que les escribo. Quiero aclarar que él no era un loco ni un borracho, por eso cuando me conto esto muy seriamente y que casi no tocaba el tema con nadie, no tuve más remedio que darle crédito.
Una noche en que andaba en el turno nocturno en las profundidades de la mina, excavaba normalmente para extraer carbón, era una de esas noches comunes, pero cuando clavo el pico de herramienta pudo descubrir un hueco considerable, se alarmó al pensar que podría haber derribado un muro por donde se escaparía el agua, o peor aún. Podría a ver picado gas.
Pero no fue así, era una simple cueva oscura, se introdujo lentamente y de inmediato vio a un enano, así lo describió mi abuelo, un ser pequeño, de piel verdosa, con facciones humanoides que enfurecido lo corrió.
El abuelo asustado corrió a ante sus compañeros para contarles, al regresar, la cueva ya había sido rellenada de tierra y sin rastros del hombrecito. Por no caer en un ambiente de ridiculez, el abuelo no volvió a comentar a nadie el seceso.
Quise saber más del asunto y le pregunte al abuelo más sobre el tema. Fue entonces cuando me dijo que debemos respetar nuestros propios espacios y cuidarlos, que el hombrecito se enfureció porque estaban penetrando en su territorio, y que a nosotros os hombres nos pertenece la tierra como espacio, no en el interior. El hombrecito lo reclamaba así. Mi abuelo dejo el oficio de minero para dedicarse a la agricultura. Algunos mineros tal vez tengan historias parecidas y se las han guardado para no ser juzgados como locos.
Carlos González H. (México)
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Envíanos tu relato de miedo a:
myredwebmaster@gmail.com
Una noche en que andaba en el turno nocturno en las profundidades de la mina, excavaba normalmente para extraer carbón, era una de esas noches comunes, pero cuando clavo el pico de herramienta pudo descubrir un hueco considerable, se alarmó al pensar que podría haber derribado un muro por donde se escaparía el agua, o peor aún. Podría a ver picado gas.
Pero no fue así, era una simple cueva oscura, se introdujo lentamente y de inmediato vio a un enano, así lo describió mi abuelo, un ser pequeño, de piel verdosa, con facciones humanoides que enfurecido lo corrió.
El abuelo asustado corrió a ante sus compañeros para contarles, al regresar, la cueva ya había sido rellenada de tierra y sin rastros del hombrecito. Por no caer en un ambiente de ridiculez, el abuelo no volvió a comentar a nadie el seceso.
Quise saber más del asunto y le pregunte al abuelo más sobre el tema. Fue entonces cuando me dijo que debemos respetar nuestros propios espacios y cuidarlos, que el hombrecito se enfureció porque estaban penetrando en su territorio, y que a nosotros os hombres nos pertenece la tierra como espacio, no en el interior. El hombrecito lo reclamaba así. Mi abuelo dejo el oficio de minero para dedicarse a la agricultura. Algunos mineros tal vez tengan historias parecidas y se las han guardado para no ser juzgados como locos.
Carlos González H. (México)
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amigo un dia abri el internet y con el nombre de selectra caray empese a platicar con un o no se que que me dijo que esos seres vivian en el subsuelo me platico de cosas de la politica que iban a suseder y an susedido la verdad dude mucho pero se cumplio jamas he vuelto a saver de ese apartado pero me gustaria saver algo de lo que sabes no es locura solo es curiosidad y un poco de estrañesa por lo que me alcamzo a decir solo que dude y me rei y desde ese momento jamas e vuelta a saver de el
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