Israel es un pueblo guerrero, mucha de la sangre que ha corrido en esa tierra es por cuestiones teológicas. Hoy hablaremos del objeto más venerado del pueblo de Israel; “El Arca de la Alianza”.
El Arca era un objeto rectangular hecho de madera de acacia y recubierta en oro limpio, cada extremo del rectángulo llevaba la presencia de dos querubines unidos por sus alas formando así el trono de Dios. El interior de esta Arca contenía los objetos más valiosos, poderosos y venerados por todo un pueblo: llevaba las reliquias de dos tablas de piedra con los diez mandamientos inscritos, en un jarrón de oro contenía el maná sagrado, la vara de Aarón y un preciado libro de la ley.
El arca fue considerada como el talismán más efectivo en las batallas, además de sobretodo que era la presencia de Dios, su fuerza era tan potente que al alzarla tenía que ser cubierta con velos. No cualquiera podía tocar el Arca de la Alianza, sólo el sumo sacerdote, pero solamente una vez al año mientras se celebraba el día de la Expiación, el objeto era tan sagrado que tan sólo tocarlo provocaba la muerte del individuo en cuestión.
Los filisteos fueron los encargados de saquear esta riqueza sagrada. Así mismo los filisteos colocaron a su dios Dagón, encontrándolo al día siguiente tendido como si adorara el Arca, lo volvieron a alzar en el altar supremo y cayó para esta vez separársele la cabeza y los brazos. Siguió una epidemia mortuoria, seguida por una plaga de ratones, el Arca era desplazada y al lugar a dónde se le llevara capia la desgracia de enfermedades. Siendo así en un acto desesperado, los filisteos regresaron a los Israelitas su tesoro sagrado.
David fue el encargado de colocar el Arca en el templo de Salomón en un lugar inaccesible. En el año 587 a. c. los babilónicos invadieron Jerusalén y no se supo más del Arca. Los judíos creen que el Arca esta escondida y que saldrá a la luz cuando llegue su mesías redentor.
El Arca era un objeto rectangular hecho de madera de acacia y recubierta en oro limpio, cada extremo del rectángulo llevaba la presencia de dos querubines unidos por sus alas formando así el trono de Dios. El interior de esta Arca contenía los objetos más valiosos, poderosos y venerados por todo un pueblo: llevaba las reliquias de dos tablas de piedra con los diez mandamientos inscritos, en un jarrón de oro contenía el maná sagrado, la vara de Aarón y un preciado libro de la ley.
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